Finalista Nuevos Talentos en el Arte, Cámara de Comercio de Medellín 2014.
Propone recoger uno de los actos más simbólicos de la idiosincrasia colombiana, como es la molienda del maíz para hacer las arepas, recreada en la danza y rituales folclóricos, inmortalizada en los juegos de roles infantiles y perpetuada por cientos de mujeres que aún se levantan al amanecer a remojar, cocinar, moler y hacer las arepas, con las que han alimentado a cientos de generaciones y que ha relegado a la mujer a un espacio doméstico durante cientos de años.
La propuesta invita a seis mujeres de diferentes edades (jóvenes y adultas), inclinadas en una mesa de madera, a moler maíz cocido en los molinos o máquinas de moler; ataviadas con una falda larga y ancha de tela cruda, con sus pechos descubiertos (o cubiertos) para delatar el movimiento que genera esta acción en sus cuerpos. Moliendo hasta que la masa del maíz y las faldas se confundan, creando una montaña hecha de la masa, la falda y el sudor que ellas exhalan hasta más allá del límite de su propia resistencia.
“Y molían los granos de maíz, boleando sus tetas y cantando, para finalmente transformarlas en una redonda masa que puesta sobre un plato de barrio y encima de las brasas, terminaba convertida en un bocado consumido por los hombres de aquellas tierras” .Estrada.